Cambiamos el presente pensando en el pasado y viendo hacia el futuro...
Pero la vida no puede vivir si sólamente se piensa en el pasado, hay que disfrutar el presente y dejar que el futuro venga por sí solo.
Como una vez alguien me dijo: "El pasado es pasado, el presente es la vida y el futuro es un misterio por venir"...

20 agosto 2011

Nueva Vida, ¿Nueva Esperanza? Capítulo 3: El Vuelo

Ahora si, ya está el tercer capítulo. Esperen lo inesperado. Por cierto, hay una pequeña propaganda de un libro que me encantó y ojalá algún día se publique. Ti amo mi amore.

Llegando al aeropuerto me doy cuenta que en realidad voy a extrañar mucho esta hermosa ciudad de Dallas, pero voy a extrañar más a mi hermanita.
No hay vuelta atrás. Me siento arrepentido de hacer este viaje.
Y como si Lizette me leyera la mente, me dijo:
-Amor, Héctor, no tienes por qué arrepentirte de nada. Lo hecho, hecho está. Sé que te sientes con remordimientos y sentimientos encontrados. Pero este viaje es una oportunidad única, y si todo sale bien, hasta podrás traer a Judy contigo.
Lizette me abrazó y me besó. No puedo creerlo. Todo lo que me dijo es verdad. Si todo sale bien y me dan el trabajo en Dubai, puedo pedir permiso para traer a Judy conmigo. Por eso también Lizette se robó mi corazón. Sólo con ver mis ojos sabía cómo me sentía.
Terminal 2, puerta 23. Era un aeropuerto grande. Nos tomó más de media hora encontrar la puerta 23.
En total, llevamos tres maletas y dos maletines de mano, para llevar libros o uno que otro juego para distraerse las diez horas de vuelo, además de que en los maletines llevábamos algo de comida, a Lizette y a mí nunca nos ha gustado la comida de los aviones.
Ya sentados en la sala de espera, agarro mi maletín para sacar un libro. "Un Nuevo Comienzo", un libro de fantasía que a mi hermanita le encantó y me lo prestó para que lo leyera en el avión. Pero me doy cuenta que abajo del libro, se encontraba el boceto del ángel. De inmediato la imagen de Dany se proyectó en mi mente. Yo pensé que ella era la indicada, pero no fue así. Se fue a Inglaterra sin avisarme, tuve que investigar su número telefónico, la llamé y lo único que me dijo fue: "Lo siento".
Mis lágrimas empezaron a brotar, recorrieron mis mejillas hasta llegar a mi mentón y caer sobre el boceto. Por suerte las lágrimas no arruinaron el dibujo.
-¡Por Dios Héctor! ¿Ahora qué tienes?- me dijo Lizette en un tono un poco molesto.
-Nada, nada. Es sólo que este dibujo...
-¿Qué tiene el dibujo? Haz hecho mejores.
Iba a decir que este boceto había sido de los mejores dibujos que he pintado.
-Tienes razón,- me dolió decir esas palabras- he hecho mejores.
-Entonces, ¿por qué lo guardas?
-En cuanto lleguemos a Francia, te prometo que tiraré el dibujo- estas palabras me destrozaron el alma. Era el dibujo más hermoso que había hecho y Lizette no quería que lo conservara. Esta vez si me molesté con ella.
-¿Por qué quieres que lo tire?-le pregunté a Lizette.
-Tengo mis razones. Siento que ese dibujo nos traerá problemas, además de que fue el dibujo que le diste a tu primera novia...
-¿Estás celosa? Eso fue hace siete años- la interrumpí.
-Pero siento que todavía hay algo entre ustedes dos.
-Pero ni siquiera he tenido contacto con ella.
-Está bien, lo siento. Tienes razón. Lo pasado pasado- terminó la conversación.
6:15 pm, el vuelo ya va a salir. Metí el dibujo en mi maletín y lo cerré. Tomé la mano de Lizette y nos encaminamos a la puerta 23.
Ya dentro del avión, las azafatas nos asignaron nuestro asiento.
Nuestro lugar estaba casi a la altura de las alas del avión.
Nunca había visto un avión tan grande, de dos pisos. Era gigantesco el avión. Por lo menos medía más de 70 metros de longitud.
El despegue siempre me ha dado miedo, nunca me han gustado los despegues. Sobre todo porque el avión se mueve mucho. No sé, sólo no me gusta.
Ya en el aire pensé que se iba a sentir mucha turbulencia pues podía ver por la ventanilla que nos acercábamos a una tormenta. Pero no pasó nada. Me sentí aliviado. Entonces saqué mi libro "Un Nuevo Comienzo".
"Iris era mi hermana. La más divertida y hermosa de todas en nuestra dimensión… Las transformadoras. Todos teníamos la capacidad de transformarnos en algo. Mi hermana en un hermoso felino de pelaje blanco como la luna cortado por líneas de pelaje negras. Sus ojos de color topacio, como si fueran miel, brillaban con inteligencia. Por otro lado yo tenía la capacidad de transformarme en una humana común y corriente..." Parece interesante, fantasioso, pero interesante. Seguí leyendo hasta que no pude más y me quedé dormido. No es que me haya aburrido el libro, es sólo que quería descansar un poco. Mentira, eso sólo le dije a Lizette para que ella se durmiera. Quería ver mi dibujo. Así que saqué mi maletín de abajo de mi asiento, lo abrí y saqué mi boceto. Habían pasado años, pero todavía me sigo impresionando de lo hermoso que estaba el dibujo.
De pronto, recordé la cara de Dany. Tan perfecta, ojos hermosos, sonrisa cautivadora, y unos hermosos sentimientos. Era una chica muy especial. Pero Lizette tiene algo que Dany no tuvo, que nunca me abandonará.
Por fin, después de seis horas de vuelo, pude conseguir dormir.
-Amor, Héctor- sentí un empujón- ya llegamos- era Lizette, no recuerdo qué fue lo que soñé, pero de seguro ha de haber sido lo de siempre, bueno, desde que Dany se fue. Un laboratorio con personas armadas, un bufón, animales muy extraños, como mutantes, y de la nada salía un aro enorme que deslumbraba a todos los presentes. Si, reconozco que mis sueños son un poco extraños, pero que el mismo sueño se repita en varias ocasiones...

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